Trozos de nuestra historia.
José Ramón Contreras. B
El boticario de la bondad.
Se
iniciaba la década de los años 40 y en el caserío El Vigía comienzan a aparecer
los primeros comercios, un joven bajado de Zea se establece con su reciente
pareja matrimonial en la Calle El Comercio, hoy final de la Avenida 15
Bicentenario de nuestra pujante ciudad. Me refiero a José Dolores Molina Ribas,
quien instala junto a su esposa Formocina Adriani de Molina el primer Expendio o Botica “San José”, luego adquiere
una vieja planta eléctrica y suministra fluido a los pocos ranchos del sector
El Tamarindo e instala el Cine Bolívar y con ello lleva diversión a sus
pobladores y así paliar las calurosas noches de la aquella Aldea. La
denominación de “boticario de la bondad”, se le debe a sus comedidos favores
que le brindó a la clientela, a quien le recetaba, le vendía, le fiaba o le regalaba
las medicinas para curar sus males. Una tarde del año 1946 nuestro personaje se
reúne, como siempre solía hacerlo, debajo de nuestro emblemático Tamarindo y
propone a Francisco Salcedo Cubillán, María de los Santos Chourio, Manuela
López, José Muñoz, Nicolás “resortes” Pereira, Ramón “Fabio” Contreras, el cura
Monsalve, Joaquín Muñoz, Hormidas Arias y otros, la celebración de unas Fiestas
en honor a la Virgen del Carmen que se podrían celebrar a mediados del mes de
junio, aprobada la proposición de José Dolores Molina, se empieza a trabajar
con tal fin, en una noche de esa semana festiva, paseando la imagen de la
Virgen, un mortero causa un incendio al caer encima del techo de paja de uno de
los ranchos, causando un incendio que, a Dios gracias solo dejó pérdidas
materiales, pero no humanas, es allí donde nuestro boticario adquiere en la
ciudad de Mérida una imagen de la Virgen del Perpetuo Socorro y la coloca en la
Capilla El Carmen en agradecimiento por haber resguardado las pocas vidas
humanas que existían para ese entonces en la Aldea. Años más tarde la Virgen
del Perpetuo Socorro se convierte en nuestra Patrona religiosa. El adjetivo de
“El boticario de la bondad” se le debe a nuestro Cronista natural, siendo
manufactura del extinto Prof. Guillermo Briceño.QEPD. El pasado viernes 14, en horas de la tarde un grupo de entusiastas
jóvenes visitamos el hogar de doña Formocina Adriani viuda de Molina, el fin de
aquel encuentro era solicitarle el consentimiento para colocar el nombre de su
esposo, José Dolores Molina Ribas a una Fundación que sin fines de lucro ellos
quieren formar en El Vigía, fue así como el domingo 16 de los corrientes en las
instalaciones de la Línea Venezuela se hizo pública la información y como
testigos de excepción asistimos Eudes Blanco y este humilde servidor.
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