miércoles, 6 de enero de 2016

El pulmón vegetal de mi ciudad.

                                                                                                                      José Ramón Contreras. B
El pulmón vegetal de mi ciudad.                                               

A las 9 de la mañana del domingo 6, y grupo de nativos de El Vigía, nos reuníamos en el Centro Cultural “Mariano Picón Salas, dispuestos a emprender la travesía programada por Robinson López y varios miembros de la página Hijos y Amigos de El Vigía, esta caminata la iniciamos en la parte final de la calle donde se encuentran los galpones de Corpoelec, allí funcionó el Ateneo al frente la Escuela Básica “Chiguará” del Barrio El Bosque,  un total de 13 adultos y 5 niñas bajamos por las escalinatas que dan a las riberas del majestuoso rio Chama. Pasamos por la parte baja de la Industria Láctea PARMALAT, pudimos observar el estado de abandono que esa empresa tiene el Polideportivo construido por los suizos que fundaron a INDULAC, iniciativa de ganaderos y hombres preocupados por el desarrollo de nuestra ciudad como, don Pepe Rojas. Este Complejo tiene un campo abierto para la práctica de Foot Ball, Base Ball  y Soof Ball con torres de iluminación, cerca, gradas y grama; una cancha de usos múltiples con luminarias, cerca y piso de cemento. También visualizamos una planta de tratamiento para aguas servidas y unos puntos de perforación inoperativos, unos novillos pastoreando en dichas instalaciones. Continuamos el recorrido y nos llegamos hasta el sector La Mina, donde los primeros habitantes del caserío El Vigía llevaban hasta los pocos ranchos el preciado líquido utilizando recipientes o latas, allí observamos algunas tanquillas y tuberías para trasladar el vital alimento a las viviendas de la zona. Seguimos el rumbo trazado y nos allegamos a una Urbanización privada, pudiendo constatar “in situ” algunos movimientos de tierra y deforestación del talud que bordea la terraza de la ciudad. Subimos por el sector “La Barranca” del Barrio La Conquista, recordando que por allí, subían los arrieros de mula, con sus cotizas al cincho con productos agrícolas que se cultivaban en Aroa, El Cangrejo, Las Cruces y Los Naranjos, al salir a la Calle 1 con el final de la Avenida 15, existían “los lavapatas” o plumas de agua, con la cual se lavaban los pies tan osados trabajadores, en casa de la Señora Isabel Quintero, parqueaban sus bestias, pagando una locha 0,12 céntimos incluyendo el pasto y el agua. Finalmente, debo acotar que en esta travesía nos acompañó el Ingeniero Forestal Municipal Said Naced, quien nos explicó que este pulmón vegetal fue acordado como tal el 5 de junio de 1991, como parque natural e histórico del municipio de incalculable valor y sus límites son: por el norte el sector La Conquista, por el Sur la Empresa Parmalat, por el este el rio Chama y el oeste el Barrio El Carmen. Una buena parte de estos improvisados excursionistas compartimos la idea de construir allí un Corredor Vegetal, con cominerías, parrilleras y hasta una especie de Trol Cable que haga el recorrido con visitantes o turistas, aunado al recorrido del Puente peatonal debajo de la calzada del vetusto Puente Chama. Pero, este pulmón natural debe preservarse y convertirse en un Jardín Botánico donde se realice actividades de docencia, investigación y extensión, haciendo pareja, por su cercanía,  con el Instituto Jardín Botánico de la ciudad de Mérida.

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