José
Ramón Contreras. B
El pulmón vegetal de mi ciudad.
A las 9 de la mañana del domingo 6, y grupo de nativos de El
Vigía, nos reuníamos en el Centro Cultural “Mariano Picón Salas, dispuestos a
emprender la travesía programada por Robinson López y varios miembros de la
página Hijos y Amigos de El Vigía, esta caminata la iniciamos en la parte final
de la calle donde se encuentran los galpones de Corpoelec, allí funcionó el
Ateneo al frente la Escuela Básica “Chiguará” del Barrio El Bosque, un total de 13 adultos y 5 niñas bajamos por
las escalinatas que dan a las riberas del majestuoso rio Chama. Pasamos por la
parte baja de la Industria Láctea PARMALAT, pudimos observar el estado de
abandono que esa empresa tiene el Polideportivo construido por los suizos que
fundaron a INDULAC, iniciativa de ganaderos y hombres preocupados por el
desarrollo de nuestra ciudad como, don Pepe Rojas. Este Complejo tiene un campo
abierto para la práctica de Foot Ball, Base Ball y Soof Ball con torres de iluminación, cerca,
gradas y grama; una cancha de usos múltiples con luminarias, cerca y piso de
cemento. También visualizamos una planta de tratamiento para aguas servidas y
unos puntos de perforación inoperativos, unos novillos pastoreando en dichas
instalaciones. Continuamos el recorrido y nos llegamos hasta el sector La Mina,
donde los primeros habitantes del caserío El Vigía llevaban hasta los pocos
ranchos el preciado líquido utilizando recipientes o latas, allí observamos
algunas tanquillas y tuberías para trasladar el vital alimento a las viviendas
de la zona. Seguimos el rumbo trazado y nos allegamos a una Urbanización
privada, pudiendo constatar “in situ” algunos movimientos de tierra y
deforestación del talud que bordea la terraza de la ciudad. Subimos por el
sector “La Barranca” del Barrio La Conquista, recordando que por allí, subían
los arrieros de mula, con sus cotizas al cincho con productos agrícolas que se
cultivaban en Aroa, El Cangrejo, Las Cruces y Los Naranjos, al salir a la Calle
1 con el final de la Avenida 15, existían “los lavapatas” o plumas de agua, con
la cual se lavaban los pies tan osados trabajadores, en casa de la Señora
Isabel Quintero, parqueaban sus bestias, pagando una locha 0,12 céntimos
incluyendo el pasto y el agua. Finalmente, debo acotar que en esta travesía nos
acompañó el Ingeniero Forestal Municipal Said Naced, quien nos explicó que este
pulmón vegetal fue acordado como tal el 5 de junio de 1991, como parque natural
e histórico del municipio de incalculable valor y sus límites son: por el norte
el sector La Conquista, por el Sur la Empresa Parmalat, por el este el rio
Chama y el oeste el Barrio El Carmen. Una buena parte de estos improvisados
excursionistas compartimos la idea de construir allí un Corredor Vegetal, con
cominerías, parrilleras y hasta una especie de Trol Cable que haga el recorrido
con visitantes o turistas, aunado al recorrido del Puente peatonal debajo de la
calzada del vetusto Puente Chama. Pero, este pulmón natural debe preservarse y
convertirse en un Jardín Botánico donde se realice actividades de docencia,
investigación y extensión, haciendo pareja, por su cercanía, con el Instituto Jardín Botánico de la ciudad
de Mérida.
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