viernes, 20 de febrero de 2015

Así nació El Vigía


TROZOS DE NUESTRA HISTORIA
Así nació El Vigía


JOSÉ RAMÓN CONTRERAS B.


Hoy comenzaremos habiéndoles de las urbanizaciones, barrios y sec­tores que conforman geográfica­mente la parroquia Presidente Rómulo Betancourt del municipio Alberto Adriani. cuya capital es la pujante ciudad de El Vigía. Iniciaremos nuestro recorrido de tan poblada jurisdicción por el barrio El Bosque, comunidad tranquila que se ubica en la parte más alta, entre sus primeros ha­bitantes mencionaremos las familias: Cañón, González, Fumero, Fossemo, Chacón, Molinari, Molina, Callejas y otros que escapan a mi mente. El barrio El Carmen, antiguamente deno­minado El Degüello, por tener en su co­marca el matadero municipal, ubicado al inicio de la meseta de El Vigía con vista hacia las riveras del majestuoso río Chama, allí se ubicaron algunas familias como los Ramírez, Molina, Guillen, Contreras, Murillo, Arias, Paredes. Márquez, Dávila y otros tantos. El barrio La Conquista, también pertenece a la parroquia Betancourt, tiene su asiento entre el sector La Motosa y La Playa, ri­veras del Chama, cuyos terrenos pertenecían a la sucesión Arias Rondón, invadi­dos estos predios, que antes eran pastiza­les y hoy es un conglomerado de viviendas, allí también está una urbaniza­ción del sector privado "La Motosa" que debe su nombre a la Hacienda La Motosa, ubicada en linderos con el río .Chama.. Urbanización Las Acacias, grupo de vi­viendas edificadas por el Instituto de Vi­vienda Rural, unas 100 soluciones habitacionales construidas durante el mandato del presidente Caldera, en su pri­mera administración, de grata recordación la familia Díaz Salazar, Uribe, Peña, Bur­gos y otros. Barrio La Playa, ubicada en la parte baja de la ciudad, al lado de la ca­rretera que conduce a Santa Bárbara de Zulia, sus habitantes confrontaban difi­cultades para la construcción de la red de aguas servidas, debido a su nivel freático, entre sus pobladores recordamos a los Rivas, Rojas, Rey, Márquez, y otros tan­tos que desafiando las acometidas del rio Chama ubicaron sus hogares en este lugar. Barrio Las Playitas, comunidad ubicada en las afuera de la ciudad, a su alrededor levantaron sus viviendas, bordeando las lagunas y pozas que dejaron las empresas que explotaron el material granular (gran­zón) en esta parte de El Vigía.


Así nació El Vigía


Trozos de nuestra historia
Así nació El Vigía




JOSÉ RAMÓN CONTRERAS


Debo   comenzar   hoy   esta columna, pidiéndoles discul­pas a mis amables lectores por el error cometido al cierre de la ante­rior edición, donde por cuestiones de "lapsus mental" endosé el pasaje lla­nero "Al otro lado del río" al cantautor venezolano Euclides Leal, cuando en verdad esta melodía le pertenece al también criollo Santiago Rojas.

Hoy les hablaré de la parroquia Monseñor Pulido Méndez, cuya capi­tal es la populosa barriada de La Blan­ca, perteneciente al municipio Alber­to Adriani del estado Mérida, comenzaré por decirles que ella limita por el sector agrícola de Mocacay con la parroquia Chiguará del municipio Sucre, allí tuvo asiento la etnia Moca-cayes, que al igual que Los Mucujepes, Jiros y Guaruríes poblaron el piedemonte andino de esta parte de la carretera Panamericana, seguiremos hasta el sector Brisas del Chama, no sin antes decir que, la familia Miran­da, Carrero y Chacón poblaron estos lados de El Vigía; otro sector sería La Porcelana, diagonal a la antigua alca­bala de la Guardia Nacional Bolivariana de Venezuela, acantonada en la


redoma de La Blanca, entre sus pri­meros pobladores podemos mencio­nar a Benito Ángulo, Encarnación Vivas, Leopoldito Márquez y otros, luego bajaremos vía a Pueblo Nuevo - El Chivo de Zulia, para conseguir­nos con la Urbanización Prado Her­moso y Aroa, de grata recordación, don Azael Roa habitante de este con­glomerado agrícola, el Barrio 12 de Octubre, Los Robles, Los Bloques, Caño Seco, en este último sector tiene su sede la Universidad Experimental Simón Rodríguez, núcleo El Vigía, el parcelamiento urbano de San Luis, Bella Vista, Caño Seco y Caño Balsa, los primeros que poblaron esta parte, recordaremos a don Jesús Pérez Newman, Amando Mora, Enereo Márquez y otros.

Esta parroquia está llamada a ser el próximo municipio de la geografía merideña, tiene todas las condiciones para que el Consejo Legislativo del estado Mérida así lo proponga, en ella tienen asiento, varios planteles educa­tivos, de los niveles: Inicial, primaria, bachillerato y universitaria; tiene asiento una parroquia eclesiástica, plaza Bolívar, campo deportivo; ser­vicios de aguas blancas y servidas, electricidad, telefonía, calles asfalta­das y aceras y brocales.

Así nació El Vigía


Trozos de nuestra historia
Así nació El Vigía


 


JOSÉ RAMÓN CONTRERAS B.

 

Docente

Corría la última decena del siglo XVIII y, con ella se apresuraba la construcción del ferrocarril, en el tramo La Vigía-Santa Bárbara de Zulia, entre el grupo de personas que venían a ser posible aquella obra, llegaba el "negro" José del Carmen Pichardo, quien junto a Máximo Uzcátegui, guitarras en mano, amenizaban las parrandas de los riñes de semana en la Aldea, pudiéramos inferir que así comienza la vida musical del pue­blo. La construcción de la carretera Panamericana, también nos trajo música, nace el conjunto Brisas del Chama, con Soterio Guerrero, Calófero Contreras y otros amigos que vivían en la calle 1 El Degüe­llo y en la esquina de la avenida 11 con calle 8 Barrio La Inmaculada. Pero, corría el año 1950, habían para ese entonces varias "rokolas"


en los tugurios de El Tamarindo, y es cuando Alipio Peña monta la pri­mera venta de discos de 45 RPM utilizados en esos equipos, cuya mercancía provenía de Cúcuta, años más tarde adquiere el kiosco Alberto Mandila e inicia con él, lo que más tarde se conoció a nivel mundial, el sello discográfico Súper Tamarindo. En la década de los sesenta irrumpe Amable Ángu­lo, quien, bajado de Santa Cruz de Mora, empieza a conformar su grupo musical que bautizó, Amable y sus Tremendos, sus integrantes, de grata recordación, y que aún suenan, Humberto Velazco, Pacho Díaz y otros. El Vigía se constituye en el epicentro musical del eje pan­americano y Sur del Lago, los pue­blos que conforman esta geografía regional invaden el género musical bailable, conocido como "raspa canilla" y se fundan grupos musi­cales bajo la álgida del teclado u órgano, aparecen Los Originales, con su cantante estrella, nativo de


El Moralito, Memín Hernández, Los Palmer del desaparecido Fran­cisco "pacho" Díaz, Los Ideales de Humberto Velazco, Los Propios de Adafel Urdaneta, Grupo Cosmos. Grupo Tamarindo, Los Profesiona­les de Zea, el Tropicombo de Tovar, Los Dinámicos de Caño Zancudo, el Grupo Karú. Nuestros artistas también incursionaron en otros géneros musicales como la gaita, por los años 60 aparecieron Los Turpiales y Los Vencedores. Otro estilo fue el ranchero o mexicano, mariachis como el Azteca Show, Zacatecas, Águilas del Norte y otros. Pero el género vallenato tam­bién se dejó colar en nuestro penta­grama musical, Amando Cadenas, los Chachos del Vallenato y otros que pusieron a bailar al exigente público de El Vigía. Finalmente, es menester nombrar nuestra música recia, la llanera, con Ramón Con­treras al arpa y últimamente el joven abogado José Luís Hernán­dez y su grupo.

Al rescate del patrimonio del mi pueblo (v parte)




Las esquinas de El Vigía
Al rescate del patrimonio del mi pueblo (v parte)


JOSÉ RAMÓN CONTHERAS B.

Docente y periodista

 

Hoy hablaremos sobre la Avenida 15. Esta arteria vial se inicia en la esquina de la Plaza Bolívar, frente a la Catedral Nuestra Señora del¡ Perpetuo Socorro hasta el sector conocido como La Barranca, 19 en total, y sugerimos los nombres de: Ganade­ros, como un homenaje a este gremio, quie­nes tienen una Tienda de insumos para sus agremiados; Justo Ramón Garzo, educador vigíense que laboró por muchos años en el Liceo Dr. Alberto Adriani; Henrry Fuentes, periodista fallecido en la capital merideña tras penosa enfermedad; José del Carmen Pichardo, chofer de camiones plataneros, arruinador, bodeguero, hombre humilde y trabajador de esa época; don Marcos Herrera, practicante dentista, quien se instala en la calle 3, al lado de la legendaria Capilla El Car­men, criando una numerosa familia; don Pedro Suescum, agricultor, colaborador y miembro de la Cofradía del Santísimo Sacra­mento, con una conducta intachable; Isabel Quintero, honorable mujer, partera de la época y dedicada a su hogar; Andrés "Chato" Dávila, trabajador de fincas y conductor de arreos de muía; Simón "el cura" Monsalve, bodeguero, conuquero y formador de una familia cuyos vástagos aún mantienen su bodeguita en el sector El Tamarindo; doña Lina Murillo, mujer bregadora de conducta intachable y con quien aún contamos, y su mente lúcida nos proporciona datos de la época del Ferrocarril; Bernardino Rosales, matarife de ganado vacuno y porcino en el Matadero (degüello) municipal de la calle 1 El Carmen; Luis Contreras, bodeguero de la época, su pequeño establecimiento estaba ubicado en la parte final de la avenida 15 del Tamarindo; don Hernando Hernández, peque­ño comerciante del ramo de la quincallería, tenía su tienda en la esquina de la plaza Bolí­var, calle 4 con avenida 15; Columba, mujer colombiana que instaló su pequeña pensión
   En la próxima entrega les hablaré sobre la avenida 16 y 17, las últimas del casco históri­co de mi viejo Tamarindo, desde el inicio de la avenida 16 con calle 1 comenzaba la esta­ción ferrocarrilera y con ella el tendido de rie­les por donde se desplazaba el tren.
 

Al rescate del patrimonio de mi pueblo (IV parte)


Las esquinas de El Vigía
Al rescate del patrimonio de mi pueblo (IV parte)

 



JOSÉ RAMÓN CONTRERAS B.

Docente y periodista


Hoy les comentaré de la avenida 14, ésta se inicia en la calle 1 hasta la avenida Bolívar, por lo menos en lo que respec­ta al sector El Carmen, toda vez que continúa pero ya corresponde al barrio Inmaculada. Propondremos algunos ciudadanos merito­rios para estas 16 esquinas en total, José Elías Fuentes, venido del Zulia, con una familia abundante, logra sacarla adelante ejerciendo el comercio y la producción agropecuaria; José Cardozo Perozo también se vino de tie­rras zulianas, se dedica al arte de la tipografía y edita algunos medios impresos de la época, promueve la creación de algunas organizacio­nes de tipo gremialista como la Asociación de Comerciantes, el Centro Crítico Alberto Adriani y otros; Juana Rosales, humilde mujer que, con sacrificio, lograr sacar adelante a sus dos hijos: Marcos Ventosa, comerciante de origen español, dedicado al ramo de la zapatería; Miguel "chicote" Chacón, por muchos años tuvo su comercio dedicado al lavado y engra­se de vehículos en la avenida 13, entre calles 1 y 3, por las noches era parqueadero para que otros comerciantes del sector guardaran sus carros; Ernestina Hernández, humilde mujer del sector, que cosiendo ropa logra sacar a su familia; Abdón Rojas, tovareño, tipógrafo, edi­tor de algunos órganos semanarios, que ins­taló su pequeña imprenta en la calle 4 detrás de Almacenes Renny; Mario Noguera, venido de tierras zulianas, ejerce su profesión de fotó­grafo, instalando su salón en la avenida 16; Erniro Chourio, jugador de fútbol y padre ejemplar de familia; Estelvina Abreu, partera de aquel entonces, mujer trabajadora y madre de familia; Manuela López, humilde trabaja­dora y madre de familia; Isidoro Buitrago, locutor y periodista vigíense; Rubén Quintero, comerciante del viejo Tamarindo y padre de


una numerosa familia; Pausalino Calderón, comerciante de carne de res y porcino, cria­dor de gallos de pelea y padre de familia: Giuseppe Vergamini, venido de Italia, heladero y dueño de restaurante, quien no recuerda su especialidad culinaria "el espagueti" a la Boloña, que acompañado de un pan y una gaseo­sa se degustaba por tan sólo 2 con 50 la ración; Anatolia Parra, humilde madre de fami­lia quien ha elaborando "chorizos y morcillas" levantó su familia y Olinto Molina, uno de los primeros optometristas que se instaló acá y que se vino a muy temprana edad de su Chi-guará querido, La avenida 15, que comprende desde la avenida Bolívar, pasando la Plaza Mayor y el viejo Tamarindo, hasta terminar en La Barranca, sitio histérico de la población, pues era por allí donde bajaban y subían "los arrieros de muía" que traían los frutos cose­chados en las fértiles tierras de Aroa y El Can­grejo, al otro lado del soberbio río Chama, de regreso sus animales eran ataviados de víve­res y mercancía para sus conucos y "true­ques" que los osados arrieros ofrecían al otro lado del río. En esta arteria vial se encuentran 18 esquinas cuyos proponentes leerán en la siguiente entrega.

Al rescate del patrimonio de mi pueblo


Al rescate del patrimonio de mi pueblo (3era Parte)


 


JOSÉ RAMÓN CONTRERAS. B*

* Docente y Periodista

 
En esta oportunidad, vamos a sugerir algu­nos nombres para las esquinas de la ave­nida 12, entre Avenida Bolívar y calle 1,10 en total, que bien pudieran llamarse: Celsa Del Mar, fallecida educadora, quien por muchos años se dedicó a la formación del ser humano en nuestro municipio; Hermes Belandria, cono­cido comerciante ya fallecido, quien se instaló en el antiguo galpón del ferrocarril; Eulogio Oballos, fallecido comerciante bailadorense, que se instaló hace unos cuantos años en la populosa calle 3; Nazario Baptista, personaje popular de aquella época, que lavaba carros y hacia mandados, su enfermedad mental no era impedimento alguno para ayudar en la Iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, hoy Catedral del sur del lago; Ormidas Arias, cono­cido comerciante de ganado, quien bajado de Chiguará, comercializaba la carne de res y cochino en las conocidas "pedías" de la inci­piente aldea El Vigía; "Camburito", personaje popular del Vigía antañón, se dice que era nati­vo de Santa Cruz de Mora, su diminuta figura se paseaba por las calles sin asfalto del viejo Tamarindo; Juan de la Cruz Márquez, comer­ciante dedicado al ramo ferretero, quien por varios años se instaló en la calle 3, entre aveni­das 10 y 11 allí formó una familia con doña Gladys Torres de Márquez; Braulio Pereira, "resorte" , pequeño comerciante que por varios años estuvo instalado en la conocida Plaza El Tamarindo; Salomón Dalal, comer­ciante de origen árabe, quien formó hogar con doña Alicia Burgos Herrera y tuvo su comer­cio en la calle 3, dedicado al ramo de la mue­blería y Tito Lino Molina, conocido decimero, poeta satírico y asiduo crítico del gobierno dictatorial del Coronel Marcos Pérez Jiménez. Avenida 13, entre avenida Bolívar y calle 1, 12 en total, solicitamos se identifiquen por: Antonio Emiro Portillo, humilde hombre de


trabajo, quien con mucho esfuerzo logró sacar adelante a su numerosa familia; Fran­cisco Segundo Vargas, trabajador del volante, quien saca a su inmensa familia, manejando vehículos de carga; "Juan Marín", personaje popular del viejo Tamarindo; Julio Duran, se instaló con su abastos en la calle 3 con aveni­da 14, al frente funcionaba el Liceo Municipal Alberto Adriani, la esposa de este tovareño nos deleitaba con la sabrosa "chicha de maíz"; Doña Juana, me disculpan el apellido, esta humilde mujer preparaba los sabrosos "bollos pelones" que eran merienda obligada por quienes estudiamos en las hoy instalaciones del Colegio Santa Teresita; José Dolores Moli­na, comerciante bajado de Estanques e insta­lado en la avenida 15 del Tamarindo, formó hogar con doña Formocina Adriani e instaló la primera planta eléctrica, la primera sala de cine y el primer expendio de medicinas, a éste personaje se debe la primera imagen y por ende nuestra patrona la Virgen del Perpetuo Socorro; "La mocha del tamarindo", endeble figura de la mujer de la zona, quien se paseaba por el viejo tamarindo, la falta de sus dos bra­zos no eran motivo alguno para lucirse a dia­rio; Juan Francisco Salcedo Cubillán, dueño del primer Almacén y la primera Gallera de la época, ambos comercios y su residencia esta­ban en la avenida 15 El Tamarindo; don Ramón Duran, comerciante tovareño que ins­tala su depósito de cemento en la calle 3 vía al antiguo campo santo de la población; Ramón Medina, comerciante dedicado al ramo de la quincallería, también vendía tim­bres fiscales y papel sellado, conformó una numerosa familia con doña Anita de Medina y su comercio está en la calle 3 diagonal al Cole­gio Santa Teresita; Joaquín Suárez, trujillano quien ejerció el comercio y la agricultura en las inhóspitas llanuras del sur del lago, tuvo su residencia en la calle 3 con avenida 13 del Barrio El Carmen; Felipe Dávila, comerciante y agricultor, echó raíces en la zona, donde conforma una numerosa familia.

Al rescate del patrimonio de mi pueblo


Las esquinas de El Vigía
Al rescate del patrimonio de mi pueblo
 (2da parte)
JOSÉ RAMÓN CONTRERASB.

Docente y periodista

Para las esquinas que están en la aveni­da 8, al inicio de la calle 1, detrás de la Alcaldía, se proponen los nombres de don Félix Vega, conocido editor de la Revista |ía, que ha venido circulando de forma alar desde hace algunos años, y Eusebio Jiménez, el popular "bigote", mecánico auto­motor que formó una abundante familia y que tenía su pequeño taller donde hoy se encuentra el Enlace Omaira Candelas de itero. Luego encontramos la avenida 9 ; calle 1 y avenida Bolívar. Allí existen 6 esquinas que bien pudieran llevar los nombre de: Mercedes Cuellar, conocida dama I sector; Jesús "pata 'e palo" Morales, cura­dor de "mal de ojo", que a través de un rezo mejoraba a su clientela, conformada por niños y niñas de aquel entonces; Francisco "pacho" Velazco, uno de los primeros albañiles del caserío; Enrique "y la burra", perso­naje popular de la época; Manuel López, edu­cador, a quien propusieron en una oportunidad para llevar el nombre del municipio; y por último a don Carlos Fumero, el popular "Pacho Villa", quien vendía arepas las y el sabroso mondongo sanjuanero, l consigna era "si no te hace sudar, no lo irás que pagar".

Para las esquinas ubicadas en el inicio de la avenida 10 entre calles 1 y 3, seis en total, se sugieren los nombres de Sabás Rincón, personaje popular de ¡a época, arruinador de plátanos y cargador de agua desde La Mina hasta algunas casas del sector que requerían de sus servicios; José Trinidad Villalobos, primer operador de salas de cine en el Tea­tro Los Andes, el segundo en su estilo que se instaló en El Vigía; Severiano Ramírez, comer-


ciante que por muchos años se instaló en la esquina de la calle 3 con avenida 10, donde hoy hay un supermercado; Rafaeíote, perso­naje popular, que era motivo de susto para los niños y mujeres por su altura y físico des­comunal; Silverio Villarreal, hombre humilde, que vestía trajes confeccionados con tela de "kaky" y ocupó el cargo de comandante de la Policía Regional, quizás el último de los civi­les en tener esa investidura; Rodolfo Sierra, "kid Chivita", otrora boxeador amateur y arruinador de plátanos, temido en el tingla­do por su fuerte pegada.

Para las esquinas de la calle 1 con calle 3 y avenida Bolívar, conocida avenida 11,10 en total, se proponen los nombres de: Maximi­liano Rondón, padre de una numerosa fami­lia y uno de los primeros habitantes del sec­tor, Vicente Guillen, agricultor y habitante desde su fundación del Barrio El Carmen; Asdrúbal Contreras, trabajador cultural del sector; Felipe Peña, conocido dirigente sindi­cal, nativo de esta comunidad; Ramón "Gato" González, conocido matarife del viejo "degüello", donde hoy se encuentran instala­das la Escuela Estadal "Félix María Ruíz" y el Grupo Cultural "El Carmen"; Ángel Adelmo Quintero, educador y locutor durante muchos años en la Emisora "Ondas Paname­ricana Radio"; Juan Ontiveros, gerente del transporte de pasajeros "Copetran", que cubría la ruta San Cristóbal-Cáracas, hacien­do escala en la población de FJ Vigía; Vicentica "La Mucurita", personaje popular del tamarindo viejo, prestaba servicios domésti­cos a algunas familias de la época; Graciano Colina, síndico procurador de la extinta Junta Administradora, venido de tierras falconianas para formar hogar con doña Formocina Adriani viuda de Molina; Aurora, mujer de aquellas calles de tierra del viejo Tamarindo.

Las esquinas de El Vigía (Ira parte)


Al rescate del patrimonio de mi pueblo
Las esquinas de El Vigía (Ira parte)

JOSÉ RAMÓN CONTRERAS B.
Docente


La historia de los pueblos se mantiene en la mente de sus pobladores si nos preocupamos por que nuestros antepasa­dos la cultiven mediante charlas, docu­mentos y anécdotas de generación en generación. Y una manera de perdurar en el recuerdo es bautizando algunos lugares nombres de personajes populares que hicieron historia a través de su des­empeño en la comunidad. Es por ello que en Caracas, Maracaibo y otras ciudades venezolanas esta tradición se mantiene. Estos antropónímos que en esta entrega asomamos vivieron una época pueblerina en calles sin asfaltar, sin aceras, casas o ranchones de bahareque, pisos de tierra y techos de palma y zinc, que con el sonar de una "rokola" acompañaban las melodí­as de esa época y alegraban las riñas de gallo en la Gallera Central de don Pausalino Calderón o los patios de bolas criollas en la improvisada cancha de Luis "saliva" Muñoz en el sector El Tamarindo.

Esta propuesta solicito sea estudiada por los Ediles de la honorable Cámara Municipal de Alberto Adriani y el señor Alcalde Abg. Robert Ramos. De aprobar­se la misma mediante Decreto, Resolución u Ordenanza, se debe contemplar el exhorto a las emisoras comunitarias para que mediante micros o tips instruyan a las generaciones de relevo del porqué de estos personajes para identificar las esquinas. En esta primera parte basare­mos nuestra propuesta al perímetro terri­torial del Barrio El Carmen, por ser precisamente el sector donde se inició esta pujante ciudad del Sur del Lago

Podríamos decir que el barrio El Car­men comienza en la esquina de entrada a la Indulac o Parmalat en la Avenida Bolí­var, donde hasta no hace mucho figuró Banpro que podríamos llamar Esquina Bizarri, comerciante de origen italiano que echó raíces y estructuró una familia de profesionales. La esquina ubicada en la calle 1 con Parmalat Ramón González antiguo propietario de esos terrenos, como poseedor de una pequeña finca que llegaba hasta La Mina. La esquina siguien­te sería la que hace frente con la Clínica Oftalmológica de la Dra. Nigro, sugiero se le coloque el nombre de Ramona Gavidia, primera partera de la población de El Vigía, y las esquinas siguientes haciendo frente con las oficinas del Seniat y que salen a la Avenida Bolívar Gonzalo Nava y Olga de Duran, el primero se desempeñó como primer Síndico Procurador y la segunda una respetable dama. Las esquinas que conducen a La Mina, frente a Banesco, deben llevar el mismo nombre (la Mina) y el de Francisco Camacho, nuestro primer editor de medio impreso, titulado El Progreso, órgano periodístico que en tamaño 8vo y Semanalmente reco­gía los principales acontecimientos de esa época. Las esquinas que Se inician en la Avenida Bolívar accesando al barrio El Carmen, entrando por el semáforo ubica­do en la Alcaldía Municipal y la nueva Sucursal del Banco de Venezuela, bien pudieran llamarse Alcaldía y Dacio Moli­na, este último, humilde habitante que ejerció por muchos años el oficio de elec­tricista automotor y fundador del sector.