Así nació El Vigía
La salud
debe viajar en avión
JOSÉ RAMÓN CONTRERAS B.
contrerasjr2003@hotmail. com
En la actualidad, causa grima saber que el parque automotriz de nuestro Centro Hospitalario se encuentra bastante deteriorado, a pesar de los esfuerzos que recientemente hizo la comunidad de El Vigía para reparar mediante un potazo las mismas. Actualmente,
existen media docena de Ambulancias defectuosas mecánicamente, unas chocadas y otras arrumadas
al sol y al agua
en los patios del Hospital de El Vigía. Resultaría más expedito construir Helipuertos en los Hospitales venezolanos y trasladar nuestros pacientes en Aero-Am-
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bulancias, utilizando para tales fines Helicópteros o pequeñas avionetas, pues, resulta que el tráfico vehicular de 2,4 y más ruedas, así como el mal estado de nuestras carreteras,
constituyen una odisea, el viaje por tierra para salvar vidas humanas. En el caso del Hospital
Universitario Los Andes de la ciudad de Marida, este posee en su infraestructura un
Helipuerto, solo resta que al nuevo Hospital II de El Vigía, cuando se logre construir, se le incluya este
servicio y se
le dote de una nave aérea para efectuar vuelos con los
pacientes que provengan del eje panamericano y Sur del Lago de Maracaibo.
Si los ejecutivos del alto gobierno tienen aviones para desplazarse dentro y fuera del país, si los funcionarios de nuestra in-
dustria petrolera también viajan por los
aires,
porque al soberano se le niega este servicio, en un Estado socialista, revolucionario y bolivariano
como el que tenemos, en una Patria grande como la soñó Bolívar y el fallecido
Comandante. La
Oficina Nacional Antidrogas posee una cantidad considerable de naves
aéreas que han sido incautadas a narcotraficantes,
esos equipos duermen plácidamente en hangares y
estacionamientos de la capital de la República y otras
pistas aéreas del país, bien pueden constituir el parque aéreo de emergencias médicas del país y, de esta manera estaríamos a la par con otros países desarrollados y contribuyendo en la
preservación de vidas humanas que tanta falta
le hace al mundo.
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