martes, 3 de febrero de 2015

La última copa

La última copa





JOSÉ RAMÓN CONTRERAS B.
jrcontreras47@yahoo. com. ve
Faltando pocos días para des­pedir el mes de marzo de 2.014 se marchó hacia la eter­nidad una de las últimas mesoneras que existían en el viejo tamarindo. Para la época del Ferrocarril Santa Bárbara - El Vigía, habían algunas cantinas, para atender a (os arrieros de mu/as y agricultores de aqueí entonces, el Bar de Luis "saliva" Muñoz, el Bar de Víctor Pineda, la taguara de Braulio "resortes" Pe-reira, el Bar de Joaquín Muñoz, el Bar El Indio de José Muñoz, inicial-mente y, años más tarde de José "indio" Peña, finalmente el Bar Bri­sas del Zulía haciendo frente con el establecimiento de Joaquín Muñoz, nuestro primer Síndico Procurador de la Junta Comunal, casualmente al frente, una de los primeros hos­pedajes del caserío, me refiero, a la Pensión Caña Brava, terreno que era propiedad de los Belloso de Maracaibo. El primero funcionaba en la antigua sede de la Guardia Na­cional, el segundo, pasos arriba de la llamada "casa de hierro", el ter­cero en la redoma del tamarindo, el cuarto bar estaba en la esquina de la Avenida 16 con calle 3, el quinto en local es que eran propiedad del tovareño Montilla, el otro  centro comercial propiedad de unos asiáticos y el último en donde hoy se encuentra el Centro Comercial Artema. Dicho todo esto, le entraremos de lleno al mo­tivo de este artículo de opinión, sin llegar a herir susceptibilidades, le daremos por nombre al personaje en referencia de "María", esta tra­bajadora mujer venida del her­mano país colombiano, frisaba los 80 años, llegó muy joven a la al­dea, era de poco hablar, yo diría que cohibida o reservada, usaba vestidos cortos quizás, para lucir sus espigadas extremidades infe­riores. Quisimos identificar esta historia real, con el nombre de una de las tantas melodías que sona­ban en las rokolas y que acompa­ñaba nuestra faena de lustrabotas que ejercíamos para ganarnos unos cuantos centavos y poder lle­var el dinero de la merienda que durante el receso escolar degustá­bamos en el rancho de doña Juana detrás del hoy Colegio Santa Tere-sita, ella vendía los sabrosos "bo­llos pelones" de aquellos años. Que Dios acobije en su seno el alma de "María", trabajadora mujer que para esta fecha estará muy ocu­pada atendiendo la mesa allá en el cielo de sus antiguos patrones: Luis "saliva" Muñoz, Víctor Pineda, Braulio "resorte" Pereira, Joaquín Muñoz y José "indio" Peña, recor­dando aquella melodía titulada "la última copa" magistralmente in­terpretada por el Bolerista de América, zuliano Felipe Pirela

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