martes, 3 de febrero de 2015

Las primeras Fiestas Patronales (II)

Así nació El Vigía


Las primeras Fiestas Patronales (II)

JOSÉ RAMÓN CONTRERASB. 
jrcontreras4 7@yahoo. com
Iniciando la década de los años 50 se continúan organizando las Ferias y Fiestas Patronales de El Vigía, en honor a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, y con ellas se elabora una sola programación, que incluía la parte religiosa y la parte ferial, se instala la plaza por­tátil en los terrenos del sector La Macarena, propiedad de doña Mireya de Bon Yez, tovareña, amante de la tauromaquia criolla, que en esa época despuntaba con mucha fuerza en la región andina, estos terrenos comprendían el tramo de las calles 3 y 4, entre Avenidas 14 y 15 del Barrio El Carmen, hoy es asiento de varias tiendas de ropa y artículos eléctricos de la ciudad. Los primeros carteles son organi­zados por José Muñoz, a quien co­mienzan a llamar José "Cantinflas" Muñoz y que aún vive, en la ciudad de Mérida, frente a la plazoleta El Llano, el ganado es criollo, de raza cebú, los matadores fueron: Car­los Peña, Manuel González; bande­rilleros: Carlos Cordobés y José Campos; la cuadrilla bufa tenía como exponentes al Cantinflas venezolano, los enanitos toreros y tal cual aficionado que producto de las "espumosas" y del "callejo-ñero" se lanzaba al improvisado ruedo, para terminar volteados por el bravo ejemplar o metidos en los


burladeros para evitar ser cornea­dos por el animal en lidia. Por las noches se efectuaban al­gunas rumbas o fiestas en la Ca­seta Ferial con la presencia de Or­lando y Su Combo de la ciudad de San Cristóbal, el Tropicombo de Tovar con música para bailar y Brisas del Chama por El Vigía con ritmo campesino y lugareño. En el im­provisado redondel taurino se ins­talaba un ring, para presentar Bo­xeo Aficionado y en el combate estelar una pelea de "gallos cie­gos", 4 pugilistas subían a igual nú­mero de fas esquinas del cuadrilá­tero se le vendaban los ojos y se caían a golpes durante 3 raund y el que quedara de pie era el ganador. Otras noches en el mismo escena­rio se montaba un programa de Lu­cha Libre, con gladiadores que ve­nían de la capital de la República, entre ellos: El dragón chino, Bassil Bathan, Dr. Nelson, el Santos y otros. Las pocas calles sin asfalto eran adornadas con bambalinas de papel de diferentes colores, a sus habitantes les daban premios por resultar las mejores adornadas y en el sector El Tamarindo diferentes familias colocaban ventas de comi­das rápidas (pasteles, tungas, mor­cillas, chorizos, hallacas) y bebidas espirituosas- miche callejonero,' guarapo fuerte y mistelas). Final­mente debemos mencionar la Elec­ción y coronación de la Reina ferial y la instalación de los carruseles para el deleite de la chiquillería.

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