El río Guaruríes

Así nació El Vigía

El río Guaruríes

JOSÉ RAMÓN CONTRERAS B.

contrerasjr2003@hotmail.com

Desde el páramo Marino, allá en tierras del poeta popular don Tito Lino Molina, baja cristalino a contribuir con el regadío de los pastizales de las llanuras del Sur del Lago de Maracaibo, precisamente, donde limitan la parroquia Presidente Rómulo Gallegos del municipio Alberto Adriana y la parroquia Caño Tigre del municipio Zea del estado Mérida y Samuel Darío Maldonado (La Tendida) del Táchira. Cuenta la historia que en sus riberas vivía una etnia llamada Los Guaruríes, de allí su nombre, en sus alrededores cultivaban el maíz, el café, cambures y otros rubros que combinaban con la caza y la pesca. Este grupo indígena convi­vían con otro que habitaba en los pre­dios del Rio Onia, conocido como Los Giros, que involuntariamente omití en la anterior entrega (El "more­no" Río Onia),

Aguas abajo, se une a su trave­sía, la Quebrada del Kilómetro 15 en límites con la parroquia Presi­dente José Antonio Páez, también del municipio Alberto Adriani del estado Mérida, ya en tierra zuliana, se abraza con el Río Escalante, en el municipio Colón del estado Zulia, para finalmente desembocar en el mayor reservorio de agua dulce, el Lago de Maracaibo.

Estos accionistas del Coquivacoa, me refiero al Onia y el Guaruríes,

arraslran el sedimento perfecto para ser utilizado en labores de albañilería, pues, el material granular (arena), es buscada por los constructores de viviendas y edificaciones por ser la mezcla predilecta de cemento y arena para trisar paredes, pisos, columnas y bloques, tan necesarias para las per­sonas que practican tan noble profe­sión. Estos saques de arena son fuen­tes de empleo de operadores de maquinaria (payloader, yumbo), car­gadores a pala (paleros) y transportis­tas del sector volquetero de la zona y, porque no, los productores agrícolas ven en el ramo una fuente de ingreso permanente que les permite paliarla la baja producción lechera producto del verano que seca sus pastizales y las inclemencias del viento que tumba sus plataneras.

Todo esto es producido por la madre naturaleza que derrama sus bondades en las prodigiosas tierras del Sur del Lago y el Eje Panameri­cano que comprende algunos muni­cipios de los estados: Táchira, Mérida, Zulia y Trujillo.

En la próxima entrega me referiré a otros afluentes que bajados del pie de monte andino se ubican estratégicamente para disfrute de los miles de transeúntes de transeúntes que a diario circulan por la legendaria panamericana y, muchos se detienen a disfrutar del chapuzón oferente de las frías aguas que presentan sus caudales y saborear un suculento hervido de gallina o res o la inigualable parrilla dominical.